Cultura cataloga la obra de León Ortega para protegerla
La familia del escultor espera poder presentar la fundación que lleva su nombre antes de la próxima Semana Santa, cuyo objetivo será divulgar y conservar la obra
Eduardo J. Sugrañes / Huelva
La celebración del centenario del escultor Antonio León Ortega y la coincidencia de las quejas de los familiares ante lo que se ha considerado un daño hacia la obra del Cristo del Descendimiento, que se une a otra actuaciones calificadas no muy afortunadas, han llevado a que la Delegación Provincial de Cultura inicie contactos con la Fundación León Ortega, que promueve su familia, para realizar un inventario de la obra al objeto que pueda se catalogada y así protegida desde la propia Junta de Andalucía.
La amplia obra de León Ortega que puede sumar más de doscientas piezas en lo que se refiere a imaginería pública que tiene en la provincia de Huelva, donde se encuentra su mayor y mejor producción artística, será catalogada por los técnicos de la Delegación Provincial de Cultura, para lo que contarán con la colaboración directa del hijo del escultor, Antonio León Ferrero, que facilitará material documental del que se dispone en la Fundación León Ortega, cuyos estatutos están a punto de concluirse. En cincuenta años de duro trabajo realizó casi quinientas obras, en diversos formatos y materiales, desde la madera hasta el bronce pasando por el mármol y el barro.
Juan José Oña, delegado de Cultura en Huelva, señala que lo que se pretende en un primer momento es conocer la obra para catalogarla e inventariarla, una vez que se haya dado este primer paso y fundamental lo que se pretende es proceder a la protección de la obra por parte de la Junta de Andalucía para lo que se estudiará la figura jurídica adecuada. Los últimos incidentes han llevado a tomar esta determinación por parte de la Delegación Provincial de Cultura, que incluso intervino ante la decisión de la Hermandad del Descendimiento de colocar unas potencias de palta a imagen del Cristo, algo que no fue concebido por su autor y para lo que se hizo necesario realizar tres taladros en la cabeza de la talla. En ese momento Cultura mostró su oposición, en este sentido Juan José Oña destaca que junto a la imagen artística hay un derecho de propiedad intelectual, que se ha de respetar. Considera que en todo momento lo que se pretende es la protección de la obra de León Ortega ante la importancia de la misma en nuestra provincia. Entendiendo que es un tema en el que también intervienen las hermandades, pero lo que se pretende es crear una figura en la que se de protección a la obra del imaginero, contando para ello con sus propietarios.
Antonio León Ferrero ha mostrado en todo momento su satisfacción por la buena acogida por parte de la Delegación de Cultura de protección de la obra de su padre. Recuerda no sólo la última actuación sobre el Cristo del Descendimiento, sino que ha habido otras actuaciones poco afortunadas, como pudo ser con el Cautivo de la Hispanidad y varias imágenes de dolorosas de la capital. No obstante León Ferrero dice que "en ningún momento lo que queremos es hacer una guerra, no ni mucho menos, deseamos estar cerca de las hermandades, que se acabe esas actuaciones que se han hecho que nada han beneficiado a la obra, lo que se quiere a partir de ahora es protegerla". Asegura que en todo momento desde la familia están abiertos "a la colaboración a una restauración que esté hecha por profesionales, no por un imaginero, es necesario que exista un protocolo de actuación".
Hasta ahora la única protección que ha tenido la obra de León Ortega es la del Obispado de Huelva que debe autorizar la restauración que se proponga por parte de la hermandad, como es perceptivo en una imagen que va a estar al culto y debe cumplir unos requisitos artísticos y devocionales". Ahora lo que se pretende -dice el hijo del imaginero- es ampliar esa protección, "una cosa no quita la otra, todo lo contrario, se aumentará la protección de la obra, de una parte en lo que atiende al culto y la que se planteará de manera jurídica por parte de la Consejería de Cultura".
Sin duda para Antonio León Ferrero este es un gran paso y espera que se eviten intervenciones en la obra de León Ortega que alguno de los cosas han cambiado sustancialmente el trabajo que salió del taller del imaginero. Será por tanto una de las cosas fundamentales para que la obra perdure en el tiempo. Hay que destacar que la parte más importante del trabajo de este imaginero fue para la Semana Santa de Huelva capital, donde hay una producción numerosa y, además, de la mayor calidad artística de León Ortega ya que la mayoría de ella se realizó en su etapa más floreciente.
La amplia obra de León Ortega que puede sumar más de doscientas piezas en lo que se refiere a imaginería pública que tiene en la provincia de Huelva, donde se encuentra su mayor y mejor producción artística, será catalogada por los técnicos de la Delegación Provincial de Cultura, para lo que contarán con la colaboración directa del hijo del escultor, Antonio León Ferrero, que facilitará material documental del que se dispone en la Fundación León Ortega, cuyos estatutos están a punto de concluirse. En cincuenta años de duro trabajo realizó casi quinientas obras, en diversos formatos y materiales, desde la madera hasta el bronce pasando por el mármol y el barro.
Juan José Oña, delegado de Cultura en Huelva, señala que lo que se pretende en un primer momento es conocer la obra para catalogarla e inventariarla, una vez que se haya dado este primer paso y fundamental lo que se pretende es proceder a la protección de la obra por parte de la Junta de Andalucía para lo que se estudiará la figura jurídica adecuada. Los últimos incidentes han llevado a tomar esta determinación por parte de la Delegación Provincial de Cultura, que incluso intervino ante la decisión de la Hermandad del Descendimiento de colocar unas potencias de palta a imagen del Cristo, algo que no fue concebido por su autor y para lo que se hizo necesario realizar tres taladros en la cabeza de la talla. En ese momento Cultura mostró su oposición, en este sentido Juan José Oña destaca que junto a la imagen artística hay un derecho de propiedad intelectual, que se ha de respetar. Considera que en todo momento lo que se pretende es la protección de la obra de León Ortega ante la importancia de la misma en nuestra provincia. Entendiendo que es un tema en el que también intervienen las hermandades, pero lo que se pretende es crear una figura en la que se de protección a la obra del imaginero, contando para ello con sus propietarios.
Antonio León Ferrero ha mostrado en todo momento su satisfacción por la buena acogida por parte de la Delegación de Cultura de protección de la obra de su padre. Recuerda no sólo la última actuación sobre el Cristo del Descendimiento, sino que ha habido otras actuaciones poco afortunadas, como pudo ser con el Cautivo de la Hispanidad y varias imágenes de dolorosas de la capital. No obstante León Ferrero dice que "en ningún momento lo que queremos es hacer una guerra, no ni mucho menos, deseamos estar cerca de las hermandades, que se acabe esas actuaciones que se han hecho que nada han beneficiado a la obra, lo que se quiere a partir de ahora es protegerla". Asegura que en todo momento desde la familia están abiertos "a la colaboración a una restauración que esté hecha por profesionales, no por un imaginero, es necesario que exista un protocolo de actuación".
Hasta ahora la única protección que ha tenido la obra de León Ortega es la del Obispado de Huelva que debe autorizar la restauración que se proponga por parte de la hermandad, como es perceptivo en una imagen que va a estar al culto y debe cumplir unos requisitos artísticos y devocionales". Ahora lo que se pretende -dice el hijo del imaginero- es ampliar esa protección, "una cosa no quita la otra, todo lo contrario, se aumentará la protección de la obra, de una parte en lo que atiende al culto y la que se planteará de manera jurídica por parte de la Consejería de Cultura".
Sin duda para Antonio León Ferrero este es un gran paso y espera que se eviten intervenciones en la obra de León Ortega que alguno de los cosas han cambiado sustancialmente el trabajo que salió del taller del imaginero. Será por tanto una de las cosas fundamentales para que la obra perdure en el tiempo. Hay que destacar que la parte más importante del trabajo de este imaginero fue para la Semana Santa de Huelva capital, donde hay una producción numerosa y, además, de la mayor calidad artística de León Ortega ya que la mayoría de ella se realizó en su etapa más floreciente.
